Innovación educativa
Para
la elaboración de este documento, para empezar se realizará un resumen con las
ideas principales que se expusieron en la charla. Seguidamente se valorarán los
contenidos de ésta, realizando una reflexión personal de la impresión de las
ideas que extraje gracias a dicha charla.
La
charla dejó desde un principio claro cuáles eran sus bases y la visión que tenía
él de la escuela, empezando por unos objetivos.
Objetivos.
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Entender
la innovación como una estrategia fundamental en la gestión de un centro
educativo.
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Comprender
la orientación al servicio y al mercado como forma de actuar en un entorno
competitivo.
-
Darse
cuenta de la importancia de la marca para un centro educativo.
-
Conocer
herramientas para llevar a cabo la innovación.
La escuela es un servicio
al cliente, en el que se ha de intervenir tiempo en las personas. En todas las
relaciones con el exterior la escuela, o para este señor, la empresa, se hace
presente en nosotros. Todo está comunicado. ¿Qué quiere el cliente de él? Su
intención es consolidar la relación con los alumnos y su formación
integral para su futuro laboral y
felicidad personal.
El marketing es la
actividad de la organización y conjunto de procesos para crear, comunicar,
entregar e intercambiar ofertas que tienen valor para los consumidores,
clientes, socios y la sociedad en su conjunto. De tal manera que la escuela es
un lugar de negocio en el tanto padres y niños son clientes y compran sus
productos a través de un buen programa de marketing.
El cliente actual ha
cambiado, la atención es un recurso escaso y la demanda es superior a las
necesidades. La enseñanza también ha cambiado, ahora hay muchos padres
divorciados, la madre trabaja fuera del hogar, nuevas familias, cesión a los
abuelos, 8 horas de colegio, tv, internet, videojuegos…
El cliente compra
soluciones, se va por errores invisibles, sus necesidades crean productos,
quieren que sus conveniencias sean lo primero, quieren alto estándar. Comenta
que hay una tendencia de aprender a pensar como clientes con el objetivo de
mejorar sus productos para que sean comprados.
Para este señor, los
colegios son marcas que constituyen la gran empresa que forma la industria de
la emoción. Se usó un término en la charla, que desconocíamos, el llamado “branding”,
el cual consiste en trabajar de manera continuada y alineada para enamorar a
nuestros padres, alumnos… clientes en general.
Para finalizar, comentó
que para solucionar y adaptarnos a los cambios que la oferta y la demanda nos
pedía, también se deberían cambiar los exámenes, ya que son la prueba del
algodón de la innovación, si todo se innova los exámenes también tendrían que
hacerlo.
-
Para
mejorar las actividades que hacemos
-
Para
adaptarnos a una situación de cambio.
-
Para
hacer algo que antes no podíamos hacer.
Hasta aquí llega la parte
de resumen de la charla. Una vez aquí es fácilmente visible que el punto de
vista de este señor es bastante chocante. Esto es debido a que trata a la
escuela como una empresa, con todo lo que conlleva ello, sin tener realmente en
cuenta el aspecto emocional fuertemente ligado a la escuela.
Si nos basamos en este
punto de vista de ver la escuela, en el que todo esté tan mecanizado y
preparado, puede que sí que se obtenga el objetivo final, que al fin y al cabo,
es formar profesionales para un futuro labora, pero ¿dónde queda entonces el
factor humano en todo esto?
Realmente una buena
operación de marketing es bastante eficiente para lograr aquello que nos
proponemos, pero el problema y el quid de la cuestión es que en este caso no
tratamos con objetos ni con comerciantes, sino que son niños y sus respectivos
padres. Esto supone que este señor ha mezclado cosas totalmente incompatibles.
Con esta idea de formar a
futuros profesionales bajo esta idea de ser los mejores a través del sistema
oferta y demanda, nos olvidamos de algo importantísimo, que es enseñar a ser
persona, y no una simple máquina eficiente que realiza su trabajo correctamente.
Me surge de esta manera
la siguiente pregunta, ¿a qué precio formamos a profesionales si para ello no
conseguimos personas?
Por mi parte, pienso que
por muy planificado que lo puedas tener todo, en cuanto a cuestiones de
estrategias comerciales, el factor humano es impredecible y no puede ser medida
por ninguna magnitud.
En una buena educación se
forman a profesionales, pero primero y antes de esto, se forma a personas, y
para ellos hace falta una educación emocional, cosa que con este sistema de
innovación no se lleva a cabo.
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